Notable alto para “Vive y Convive”
- Las mayores motivaciones para aceptar un programa de convivencia intergeneracional son la compañía nocturna (77%), la soledad (56%), por consejo de familiares (30%) y por sentirse seguros (20%)
- Tras la experiencia de convivir con un estudiante durante un curso escolar se han sentido más seguros (72%) y menos solos (82%)
- Se han cubierto las expectativas por las cuáles solicitaron el programa en un 95% de los participantes, recomendándolo a otras personas el 92%
El programa de convivencia intergeneracional "Vive y Convive" del Ayuntamiento de Madrid, afronta con optimismo su sexto curso escolar, tras los datos obtenidos en un estudio sobre satisfacción de usuarios, que lo califica con una nota de 8,95 sobre 10. En la Ciudad de Madrid, el número de personas mayores de 65 años experimenta un incesante crecimiento, contabilizándose alrededor de 602.000 personas mayores en la actualidad. De ellas, más de 135.000 viven solas y algunas, además, se sienten solas. La presencia juvenil en estas casas aporta seguridad y compañía.
Las iniciativas intergeneracionales como el Programa "Vive y convive" promueven el contacto entre personas de diferentes edades fortaleciendo sus relaciones sociales y el desarrollo positivo de los jóvenes. Estos programas contribuyen a mantener a la persona mayor en su domicilio siendo una buena vacuna contra en el aislamiento social y la soledad de los mayores. Son una forma de facilitar el envejecimiento activo, entendiendo éste como un aporte de seguridad, relaciones sociales y bienestar psicofísico en nuestros mayores.
Desde su puesta en marcha se han desarrollado 202 convivencias, una iniciativa que comenzó en el curso 2004-2005 con ocho convivencias hasta alcanzar las 73 de 2008-2009. La edición 2005-2006 aglutinó 22 convivencias, mientras que en 2006-2007 y 2007-2008 se organizaron 43 y 56, respectivamente.
El programa consiste en que jóvenes universitarios de las diferentes universidades adheridas viven en los domicilios de aquellas personas mayores que han decidido ofrecer su casa como hogar para estos estudiantes desplazados de sus lugares de origen. Durante la convivencia ambos comparten experiencias, intereses, aficiones y el tiempo de cada uno.
Esta iniciativa se sustenta en un convenio firmado por el Ayuntamiento de Madrid con la Fundación "Viure y Conviure" de Caixa Cataluña y las Universidades Autónoma de Madrid, Universidad de Alcalá, Carlos III, Politécnica de Madrid y Universidad Rey Juan Carlos, habiéndose incorporado recientemente la Universidad de Comillas.
Solidaridad entre generaciones
Este proyecto tiene un carácter marcadamente social, ya que a través de él se fomenta la solidaridad entre dos generaciones, que en la mayoría de los casos median 50 años de diferencia, pero que en lo cotidiano se unen proporcionándose ayuda, creando entre ambos un ambiente familiar en el que sentirse seguros y a gusto. En este hogar al que los jóvenes aportan su frescura y los mayores su experiencia, se proporcionan beneficios como la mejora de la autoestima, la calidad de vida, la comprensión, el conocimiento, el enriquecimiento personal y la solidaridad entre los participantes.
Resultados
Los estudios que se han llevado a cabo en la Dirección General de Mayores ponen en evidencia la satisfacción que el programa produce en los participantes. Estos son algunos de las conclusiones:
-Las mayores motivaciones para aceptar un programa de convivencia intergeneracional son la compañía nocturna (77%), la soledad (56%), por consejo de familiares (30%) y por sentirse seguros (20%)
-Los mayores que participaron en el programa durante el curso 2008-2009 valoraron su utilidad con una nota media de un 8,69 sobre 10.
-Tras la experiencia de convivir con un estudiante durante un curso escolar se han sentido más seguros (72%) y menos solos (82%).
-Se han cubierto las expectativas por las cuáles solicitaron el programa en un 95% de los participantes, recomendándolo a otras personas el 92%.
Por tanto, el programa intergeneracional vive y convive es, cada vez más, un programa consolidado y aceptado por los mayores que contribuye al envejecimiento activo, enriquece su percepción sobre la juventud y aminora su sentimiento de soledad. /