Paseo del Prado, la calle abierta de Madrid
- Más espacio público y mejor calidad del aire en una ciudad más sostenible
- Madrid se suma a las muchas ciudades de todo el mundo que cierran sus calles a los vehículos durante unas horas para el uso peatonal y ciclista exclusivamente
El paseo del Prado se reserva los domingos por la mañana para que los ciudadanos, a pie, en bicicleta o en triciclo, disfruten de una de las vías más emblemáticas de la ciudad. La calzada del paseo situada junto al Museo del Prado se cerrará a las 9.00 de la mañana y, hasta las 16.00 horas, el tráfico se desviará por las calles Alfonso XII, Antonio Maura, Plaza de la Lealtad y calzada lateral.
El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad, impulsa de esta manera la recuperación del espacio público para los peatones y trabaja para hacer de ésta una ciudad más sostenible y más amable para los ciudadanos. La medida se puso en marcha el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la Semana de la Movilidad, y forma parte de un plan de mejora de la calidad del aire que promueve el gobierno municipal y que tendrá continuidad en meses sucesivos.
La experiencia de abrir las calles a los viandantes y a los ciclistas tiene antecedentes en importantes metrópolis del mundo. La primera y más famosa experiencia se hizo en Bogotá en 1976, que se inició como ciclovía, sirviendo de ejemplo a otras ciudades del continente sudamericano. En los años 80 surgieron en Norteamérica las Open Streets, concebidas no sólo para disfrutar de la bicicleta. En 1997 la ciclovía de Bogotá se abrió para peatones y patinadoras e incorporó actividades recreativas.
El ejemplo va extendiéndose por todo el planeta con nombres diferentes pero con un objetivo común: liberar las vías públicas de vehículos de motor y reservarlas durante unas horas para el disfrute de los ciudadanos.
La Summer Streets (calles de verano) de Nueva York o los hokoten (paraísos peatonales), de Tokyo, la Playa de París, en torno al centro Pompidou, o las calles abiertas de Ciudad del Cabo, donde se organizan actividades no sólo recreativas, sino también de debate y diálogos públicos sobre temas urbanos, son exponente de esa tendencia a hacer las ciudades más sostenibles, más limpias, y, desde luego, más acogedoras para sus ciudadanos.
El pasado mes de octubre se celebró el Xº Congreso de Ciclovías Recreativas de las Américas, que son las más consolidadas. En septiembre habían celebrado su primera cumbre las ciudades de la red norteamericana de Open Streets, donde pudieron intercambiar conocimiento y buenas prácticas, entre otras, las Sunday Streets de San Francisco, las Atlanta Street Alive o la CicLAvía de Los Ángeles.
Desde el otoño de 2015 se ha sumado a estas experiencias Pasea Madrid, una iniciativa que se complementa con música, juegos y otras ofertas culturales y recreativas ideadas para los madrileños que la frecuentan./