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La delegada de Familia y Servicios Sociales, Concepción Dancausa, ha celebrado hoy en los Jardines de Cecilio Rodríguez el Día Internacional del Voluntariado, acompañada por los miembros de Voluntarios por Madrid

Con un recuerdo muy especial para los tres voluntarios catalanes secuestrados esta semana en Mauritania. Así la delegada de Familia y Servicios Sociales, Concepción Dancausa, ha comenzado su discurso en homenaje a las personas que lo dan todo desinteresadamente, los voluntarios, en la víspera de su Día Internacional, que este año coincide con los actos de homenaje por la Constitución. "Desde aquí, en nombre de todos, envío a sus familiares y amigos un mensaje de apoyo en estos momentos de angustia e incertidumbre", afirmó.

Ellos, como todos los voluntarios, marcharon en busca de una recompensa que nunca es económica. Su premio es "mucho más valioso y gratificante: contribuyen al bienestar de los demás". Por eso, la Ciudad de Madrid "agradece la actitud generosa de los miles de voluntarios que ofrecen sus ratos libres y su afecto sin medir el tiempo ni esperar nada a cambio".

Unirse al espíritu del voluntario, que crece imparable a lo largo y ancho del mundo, no significa necesariamente agarrar unas maletas y aterrizar en otro país. "Todos podemos ser voluntarios -continuó Dancausa-. No hace falta irse lejos, no importa la profesión ni la edad. Sólo hace falta tener ilusión, un espíritu comprometido y el firme deseo de entregarse a los demás. En nuestro barrio o en cualquier lugar donde haya una necesidad, se necesitan voluntarios que lleven cariño, compañía, justicia y solidaridad".

Democracia participativa
"Los voluntarios son ciudadanos comprometidos que saben que tienen en sus manos la capacidad para construir una sociedad más justa y solidaria y para hacer del mundo un lugar más humano". Son, por tanto, un ejemplo de la "la participación democrática". Y Madrid es rica en ellos. Ya son más de 3.000 madrileños los que integran Voluntarios por Madrid. Colaboran por y para la ciudad, participando en tareas de sensibilización y trabajando con entidades sociales y organismos que necesitan del apoyo solidario para el desarrollo de sus proyectos.

"Es la democracia participativa, aquella en la que existe un ciudadano que, voluntariamente, se pone en marcha y -ha afirmado Dancausa- decide sobre las cuestiones que le afectan".

Empresas voluntarias
El movimiento voluntario no se limita a las personas. Se extiende al sector empresarial. Empresas que, como la Fundación Repsol y la campaña "Muévete y Respeta", promocionan el voluntariado entre sus trabajadores, "porque saben que las tareas de voluntariado influyen positivamente en la gestión empresarial, mejoran las relaciones laborales y favorecen la formación de equipos", aseguró Dancausa.

Los empleados dedican unas horas de su tiempo para acompañar a discapacitados en actividades deportivas y de ocio, apoyar a adolescentes que buscan un futuro más digno en actividades lúdicas y formativas o servir de refuerzo escolar a niños en riesgo de exclusión social. "Animo a los que aún no lo han hecho a sumarse a este espíritu. Ayuda a sentirse contento, útil y libre",  ha afirmado la delegada. /