La primera fase del proyecto, que afecta a la Casa de Cisneros, tiene un presupuesto de 4,8 millones del Fondo Estatal de Inversión Local

Un museo en la Casa de la Villa

Nota de prensa 20/01/2009
  • La Casa de la Villa y parte de la Casa de Cisneros,  una vez liberados de su uso institucional, se convertirán en testimonio vivo y memoria de la vida civil madrileña
  • El proyecto de rehabilitación tiene dos fases. La primera afecta a la Casa de Cisneros, y los trabajos, que se iniciarán el próximo mes de abril, tienen un plazo de ejecución de nueve meses
  • En la segunda fase se acometerá la rehabilitación de la Casa de la Villa, una vez que el Salón de Plenos se traslade al Palacio de Cibeles en el último trimestre de 2010
  • La recuperación de ambos inmuebles se suma a las reformas que han devuelto el esplendor a edificios municipales del entorno: el de los grupos municipales, en Mayor 73;  el inmueble de Mayor 72, actual sede de la Junta de Centro, y el de Mayor 83

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La directora general de Patrimonio del Área de Hacienda, Amalia Castro Rial, y el Coordinador General de Infraestructuras Generales del Área de Las Artes, Juan José Echevarría, durante la presentación del plan de rehabilitación de la Casa de Cisneros y de la Casa de la Villa

El Ayuntamiento de Madrid ha detallado hoy el proyecto de rehabilitación de dos de los edificios más vinculados al municipalismo y al devenir de la ciudad: la Casa de la Villa y la Casa de Cisneros, cuyas fachadas delimitan parte de la Plaza de la Villa, emplazamiento histórico de los gobiernos locales hasta el traslado de la sede al Palacio de Cibeles. Ambos edificios, una vez liberados de su uso institucional, se convertirán en testimonio vivo y memoria de la vida civil madrileña, en definitiva, en un museo que podrán visitar todos los ciudadanos. El Ayuntamiento ha anunciado que según vaya concluyendo la rehabilitación se irán abriendo al público las distintas salas.

La Casa de la Villa será el núcleo de este nuevo museo, que ocupará también la planta de la Casa de Cisneros donde se ubican las salas de comisiones y el despacho del alcalde, planta por la que se conectan además ambos edificios a través del puente que los une.

El proyecto de rehabilitación recupera los valores arquitectónicos y tipológicos perdidos, como el Patio de Cristales de la Casa de la Villa y la configuración original de la planta baja. Igualmente, pone en valor los bienes artísticos que contiene con el objetivo de convertirlos en nuevas secciones del Museo de Historia (antes Museo Municipal) que narren al ciudadano una parte muy importante de la historia de Madrid tomando como hilo conductor la historia del propio concejo, desde su implantación en la Iglesia del Salvador, hoy desaparecida, hasta su traslado al Palacio de Cibeles.

Esta actuación tiene dos fases. La primera afecta a la Casa de Cisneros, y los trabajos, que se iniciarán el próximo mes de abril, tienen un plazo de ejecución de nueve meses. El presupuesto, cercano a los 4,8 millones de euros, procede del Fondo Estatal de Inversión Local. En la segunda fase se acometerá la rehabilitación de la Casa de la Villa, una vez que el Salón de Plenos se traslade al Palacio de Cibeles en el último trimestre de 2010.

Historia de la Casa de Cisneros
Es la Casa de Cisneros, un edificio plateresco construido en el primer tercio del siglo XVI (1537) a instancias de un sobrino del cardenal. La rehabilitación convertirá parte de sus estancias en museo, mientras que en otra se ubicará la Secretaría General del Pleno y la Agencia Tributaria.

El inmueble cuenta con sótano, semisótano, planta baja y tres plantas sobre rasante y planta de cubiertas. En total 4.801 metros cuadrados de superficie útil. Desde que es propiedad municipal hasta la actualidad ha vivido dos reformas integrales, además de distintas obras de adecuación a las necesidades municipales.  La rehabilitación que ahora va a abordar el Gobierno de la Ciudad de Madrid se hará bajo el respeto exhaustivo hacia lo ya construido, por lo que no se va a modificar ni el volumen edificado ni el exterior. Persigue fundamentalmente reformar el interior para incorporar el uso museístico; librarlo de barreras arquitectónicas para hacerlo accesible a todos los ciudadanos;  ajustar sus instalaciones a la nueva normativa de incendios, y, devolver al edificio un aire más digno recuperando materiales originales.

El edificio lleva casi cinco siglos arraigando en el corazón de Madrid y acumula muchos títulos de propiedad. De hecho todos los nombres que se han ido acumulando en su historia, son los de los distintos propietarios -Casa de Benito Ximénez o Jiménez de Cisneros, Casa Palacio del cardenal arzobispo de Toledo Bernardo Rojas Sandoval, Casa del Conde de los Arcos, Casa del Marqués de Montealegre y, por último, Casa de Cisneros.

Construida entre 1537 y 1545 fue la residencia de la familia Jiménez de Cisneros hasta que, en el siglo XVII, fue adquirida por Bernardo de Sandoval y Rojas, cardenal y arzobispo de Toledo, para convertirla en residencia del Primado en la Corte. A la muerte del cardenal fue vendida al conde de los Arcos y, hasta que en 1909 fue adquirida por el Ayuntamiento, sirvió de residencia ocasional a los titulares del condado de los Arcos, vinculado al marquesado de Montealegre y al condado de Oñate.

Fue el Conde de Peñalver, alcalde de Madrid en 1909, quien adquirió el edificio para ampliar la primera Casa Consistorial y se encargó la reforma y rehabilitación integral al arquitecto municipal Luis Bellido. Los trabajos concluyeron con la edificación del pasadizo de unión con el Ayuntamiento, elevado sobre la calle de Madrid. Fue un trabajo que recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el de la Sociedad Española de Amigos del Arte (1911), la medalla de la Exposición Nacional de 1912 y el del propio Ayuntamiento de Madrid  a la mejor reconstrucción (1915).

En 1944 se abordó una segunda reforma, bajo la dirección de Felipe Trigo, y desde entonces el inmueble ha sido objeto de distintas obras de adecuación para responder a las necesidades municipales.

Interior más diáfano
Los trabajos se guiarán por el intento de reconstruir la trama original. De ahí que el exterior no se modifique, mientras que en el interior se van a desmontar las mamparas que realizan la compartimentación y las tabiquerías. Para despejar al máximo la totalidad de las plantas, los cuartos de servicios se trasladan a cubierta y al sótano.

Se demolerán los ascensores para adaptarlos a la nueva distribución, a la normativa de incendios, ley de accesibilidad y a las distancias de evacuación.

Los trabajos contemplan la reparación de las carpinterías exteriores de fachada, la restauración de los pavimentos y paramentos  de la segunda planta con el fin de recuperar su aspecto primitivo, la sustitución de telas por estucos y la eliminación de añadidos posteriores que desvirtúan la trama original. En las plantas baja y primera se instalarán nuevos falsos techos. Los nuevos  pavimentos serán de suelo de madera antiestático.

Comité asesor
Dada la importancia de esta actuación y su condición simbólica para los madrileños y para la historia de la ciudad, el Ayuntamiento ha abordado el proyecto con las mayores garantías posibles de idoneidad, coherencia y rigor. En este sentido, cuenta con un comité asesor en el que están representadas la Academia de Bellas Artes, el Instituto de Estudios Madrileños, la Escuela de Arquitectura, la Fundación del Colegio de Arquitectos de Madrid y especialistas en Historia del Arte.

Finalmente, esta rehabilitación se suma a las reformas que ha abordado el actual Gobierno de la Ciudad y que han devuelto el esplendor a edificios municipales del entorno, como el de los grupos municipales, en Mayor 73; el inmueble de Mayor 72, actual sede de la Junta de Centro, o el de Mayor 83.  Se configura así este espacio del centro de la ciudad como un escenario para comprender mejor su historia./

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