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Se trata de un convenio marco para promover su plena integración social, pero la rúbrica de hoy entre Ayuntamiento y las asociaciones que representan a los colectivos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales  de Madrid trasciende a las meras estipulaciones normativas. Lo ha dicho el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, “es un acto de justicia” con quienes no siempre han recibido el trato que merecen como personas.

“Una sociedad plural y abierta como la que conforma esta ciudad –afirmó- no puede quedarse impasible ante la exclusión de identidades sexuales diferentes, porque el valor de Madrid es el resultado de la suma de valores que desarrollamos todos los ciudadanos para construir una sociedad mejor y más justa”.

Junto con el Ayuntamiento, el texto ha sido firmado por el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) y la Asociación Transexual Española (Transexualia). Una aportación municipal de 74.000 euros hará posible este año la consecución de los cuatro objetivos que establece  este marco de colaboración mutua, fijado hoy.

Metas
En primer lugar crea una línea de investigación sobre la situación y necesidades sociales de estos colectivos en colaboración con la Universidad pública madrileña, cometido a cargo de Transexualia.
Contempla también el desarrollo de un Programa Integral de Apoyo al Empleo para Personas Transexuales, de lo que se ocupará COGAM, financiado por la Agencia para el Empleo. El Área de Gobierno de Familia y Servicios Sociales se responsabiliza de la tercera meta: ampliar el Convenio de Orientación Jurídica para la Lucha contra la Discriminación, Racismo y Xenofobia que el Ayuntamiento tiene suscrito con el Colegio de Abogados, a situaciones de homofobia y transfobia.
Finalmente, fija el apoyo al Servicio de Información, Orientación y Asesoramiento sobre la Homosexualidad y Transexualidad, denominado Gay-Inform y el Servicio de Análisis, Detección y Tratamiento de la Homofobia conocido como S.O.S. Homofobia, de lo que se ocupará COGAM.

Dignidad de la persona
Todas las estipulaciones no hacen otra cosa, en palabras de Ruiz-Gallardón, que  “reconocer la dignidad de la persona por encima de cualquier circunstancia”.
Además de los valores propios de la Ciudad de Madrid, de su tradición europea; además del horizonte de integración que plantea el actual ordenamiento jurídico,  o de los preceptos constitucionales,  está, como ha subrayado el alcalde, la voluntad municipal de contribuir a hacer realidad todos esos imperativos legales. “De poco sirve la adopción de medidas legislativas, por muy minuciosamente que hayan sido elaboradas, si no existe la voluntad política de traducirlas en acciones a largo plazo y no cuentan con el apoyo del conjunto de la población”.

La lucha contra la discriminación de homosexuales y transexuales sería mucho más difícil, reconoció, si el Ayuntamiento ignorara la contribución de las entidades que defienden los intereses de esas personas. “Por eso, hemos querido convocar a quienes mejor conocen sus problemas, que son las asociaciones sin ánimo de lucro que trabajan a su servicio”.  Es la mejor manera, explicó, de hacer efectiva esa voluntad política: respaldar a las entidades de la sociedad civil para que desarrollen programas de atención a colectivos que, por su carácter de minoría o por los estereotipos que históricamente les han acompañado, son susceptibles de sufrir de forma especial diversos tipos de discriminación./