Puente de Segovia
Mandado construir por Felipe II para unir la calle Segovia con la carretera de Extremadura, se trata del puente más antiguo que hay en Madrid. Su construcción se atribuye al arquitecto Juan de Herrera, quien debió realizarlo entre 1582 y 1584. Labrado en granito, consta de una estructura de nueve arcos de medio punto almohadillados, coronados por un sencillo antepecho que se sienta sobre la línea de imposta. En 1648 el tablero superior tuvo que ser reparado por el arquitecto José de Villarreal, y en 1704 Teodoro Ardemans construyó una puerta en su frente para dotar de mayor magnificencia esta entrada de la Corte.
Durante la Guerra Civil fue destruido, reconstruyéndose con posterioridad. Se aprovechó además para ensancharlo en el contexto de las obras de canalización del río Manzanares. Por último, fue de nuevo reformado en los años 60 para adaptarlo al trazado de la M-30 en superficie. Durante el soterramiento de esta infraestructura en el año 2005 se reforzó la cimentación de sus pilas y en el contexto del proyecto Madrid Río se han limpiado nuevamente los sillares de granito, se ha sustituido el pavimento de su tablero y se han construido dos estanques con fuentes ornamentales y jardines acuáticos para poner definitivamente en valor esta singular pieza del patrimonio de la ciudad.