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CALVAS: Mujeres sin nada que ocultar, es un proyecto fotográfico de Carmen Fernández y Juan Francisco Camacho

Resumen del proyecto

La construcción de este proyecto, ha sido posible gracias a la colaboración de ACMA (Asociación de Alopecia de la Comunidad de Madrid). Quince mujeres y niñas han posado ante la cámara, en estudio, de forma individual y dirigida, obteniendo tras ello una secuencia de tres fotografías que hablan de su historia, de la de cada una de ellas, individual y personal, pero al mismo tiempo colectiva. En cada tríptico se incluye una primera fotografía donde cada modelo se muestra con un complemento que habitualmente es utilizado para ocultar su calvicie. Una segunda fotografía muestra a la modelo jugando con ese complemento elegido, despojándose de él, tomando conciencia de la importancia de ese gesto. En la tercera y última fotografía, se libera de presiones propias y ajenas y muestra la desnudez de su cabeza con naturalidad. Además se complementa el trabajo fotográfico con textos propios de las modelos en los que en propia voz escriben sobre su doloroso proceso de superación de modo que pueda servir a otras mujeres que estén pasando por su misma situación. Un acto valiente e intenso, por el que estamos especialmente agradecidos.

Propuesta artística

El trabajo final se compone de 45 fotografías a color, distribuidas en 15 trípticos (100 x 50 cm) y un cartel de presentación. También se ha editado un fotolibro de 36 páginas, con todas las fotografías y testimonios de las protagonistas.

Objetivos

Visibilizar, desestigmatizar y transformar la calvicie femenina en un valor estético social positivo de la feminidad, que permita a las mujeres calvas reivindicar su derecho a ser visibles para apropiarse de su propio concepto de belleza. Romper tabúes, colaborar en desvincular la belleza real del canon estereotipado, ayudar a desmitificar los ideales de belleza femenina y de la propia feminidad en sí misma, desligándolos de convenciones sociales y machistas. Ayudar a mujeres y niñas que estén iniciándose en el proceso de aceptación de la calvicie a la asunción de dicho proceso. Contribuir a la aceptación social y familiar de dicho proceso. En definitiva, normalizar la calvicie femenina como está normalizada la masculina.