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La delegada de Urbanismo, Pilar Martínez, y el director de la Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, han visitado las obras del obelisco que se está construyendo en la plaza de Castilla y que ha sido diseñado por el arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava

Cuando esté concluido tendrá 93 metros de altura, 504 lamas de bronce  rematadas en color dorado como recubrimiento y un original  sistema  que simulará un movimiento helicoidal ascendente. Es el Obelisco diseñado por el arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava, que ya deja sentir su presencia en la Plaza de Castilla, la puerta de entrada a Madrid desde el Norte. Cuando faltan apenas seis meses para su terminación, la delegada de Urbanismo y Vivienda, Pilar Martínez, ha visitado hoy las obras de este singular monumento que la Fundación Caja Madrid dona a la ciudad en conmemoración del tercer centenario de esta entidad.

Martínez ha subrayado que el nombre de Santiago Calatrava, autor del Obelisco, "constituye la mejor garantía de que nos encontramos ante una obra excepcional, como excepcionales son otros proyectos que llevan su firma por España y por todo el mundo. La Ciudad de Madrid no contaba, sin embargo, con una creación de este arquitecto e ingeniero valenciano de prestigio internacional, déficit que hemos podido superar gracias a la iniciativa de la Fundación Caja Madrid, por lo que debemos expresar  nuestro agradecimiento".

El director de la Fundación Caja Madrid, Rafael Spottorno, la concejala de Tetuán, Paloma García Romero, y el edil en funciones de Chamartín, José Enrique Núñez, han acompañado a la responsable municipal de Urbanismo durante el recorrido.

Son tres los aspectos que sobresalen en este ambicioso proyecto: la complejidad del monumento, así como la del propio proceso constructivo, y la seguridad con la que se está ejecutando.

Complejidad del monumento
En cuanto al primer aspecto -a complejidad del monumento-, Santiago Calatrava definió el Obelisco como un proyecto que cabalga entre la arquitectura y la ingeniería. Está inspirado en la Columna de Brancusi, situada en la ciudad de Targu Jiu, en Rumanía. Son muchas las propiedades que contribuyen a definir el Obelisco como una pieza singular, donde se funden el arte y la técnica, pero quizás los más relevantes vengan dados por su esbeltez  (93 metros), su revestimiento (está cubierto de 504 lamas de bronce doradas), y  sus efectos visuales (que simulan un movimiento helicoidal ascendente).

La construcción corre a cargo de la empresa Acciona Infraestructuras, de acuerdo con el proyecto elaborado por Santiago Calatrava, y cuenta con la asistencia técnica del estudio Martínez Segovia. Las obras son supervisadas por las Áreas de Gobierno de Urbanismo y Vivienda, y de Las Artes.

Proceso constructivo
La complejidad del proceso constructivo proviene de que bajo la Plaza de Castilla -epicentro del transporte público de la ciudad- discurre un viario soterrado, dos líneas de metro e infinidad de galerías que impedían apoyar el monumento directamente. Para hacer viable su edificación y obviar las infraestructuras preexistentes fue necesario construir un trípode metálico en forma de estrella, de 30 metros de longitud en cada una de sus patas, para salvar las galerías subterráneas existentes.

Sobre el trípode se levanta el fuste metálico, de 93 metros de altura y un diámetro exterior de dos metros, con un peso de 230 toneladas, coronado por una tapa elíptica abatible. Esta estructura metálica será recubierta mediante 504 lamas de bronce, con un tratamiento dorado en su cara exterior.

La disposición de las lamas simula un movimiento rotacional ascendente a lo largo del fuste, aunque en realidad se trata de un movimiento basculante y radial de las lamas sobre el Obelisco, gracias a 126 articulaciones hidráulicas.

Seguridad
El tercer elemento clave de este proceso es la seguridad, antes, durante y después de la construcción del Obelisco. Debido al carácter innovador del monumento, el esfuerzo técnico desarrollado durante la redacción del proyecto de ejecución fue corroborado antes de empezar su edificación.

Se desarrolló un prototipo que fue analizado en el túnel de viento de la Escuela Técnica de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid, y en los laboratorios de la Universidad de Wester Notario (Canadá), donde se hicieron tres ensayos distintos que han acreditado la resistencia de su estructura en las condiciones climatológicas más adversas.

Las obras, que se iniciaron en junio de 2008, se desarrollan de acuerdo con el programa establecido. Hasta hoy se ha ejecutado en su totalidad la cimentación y la estructura metálica del fuste, el 60% de la estructura base cónica y un 33% del montaje de las lamas y del sistema de movimiento. La previsión es que las obras terminen en octubre de 2009, aunque es posible que puedan adelantarse a mediados de septiembre si continúa el ritmo actual.

Una vez concluido, el Obelisco reforzará el carácter de la Plaza de Castilla  como un ámbito especial de conexión entre el nuevo eje financiero del Norte, configurado por el complejo Cuatro Torres y la Operación Chamartín, y el eje cultural que se extiende por el eje Recoletos-Prado y el Paseo del Arte.

Se trata de un espacio relevante para la ciudad, donde el Ayuntamiento está realizando un análisis de todos sus elementos urbanos a modo de experiencia piloto, para proponer cuantas acciones contribuyan a mejorar la calidad urbana de este ámbito. La Comisión de Calidad Urbana se encarga de esta labor y analizará los resultados en su próxima reunión, con el objetivo de garantizar la aplicación de las Directrices y recomendaciones del Plan de Calidad del Paisaje Urbano de la Ciudad de Madrid./