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Sucede cada año y la presente edición de JAZZMADRID no iba a revelarse diferente. Esta cita, que se celebra desde 2014, sigue firme en su empeño en seguir siendo uno de los centros neurálgicos del jazz en Europa. Su presencia entre nosotros es un fenómeno que la gran afición aguarda expectante cada vez que llega el otoño, y su centro de gravedad permanente sigue estando asociado a la solera cultural de los enclaves municipales donde todo acontece: Teatro Fernán Gómez, CentroCentro y Conteporánea Condeduque. E, igualmente, en aquellas otras escenas donde tienen lugar los conciertos de la enseña Villanos del Jazz, que, por quinto año consecutivo, forman parte de la programación oficial del festival: Teatros Pavón, Albéniz, Barceló y Fernán Gómez, Sala Villanos y diferentes auditorios de hasta cuatro localidades de la Comunidad de Madrid. La muestra se desarrollará a lo largo de los meses de septiembre, octubre y noviembre, abriendo ante los ojos y oídos de la afición un vistoso muestrario jazzístico. En el programa se prestará mucha atención, por una parte, a la defensa de la más estricta ortodoxia histórica del género, y, por otra, estará muy presente también la vigilancia de la reivindicación de su libertad como esencia de la condición creadora que tiene esta música para experimentar. La idea sigue rastreando el mejor modo de mostrar todas las tendencias y coloraciones imaginables, renovadoras y también tradicionales del jazz, pues solo con el compendio de ambas es posible mantener activa la memoria, el reto fundamental de cualquiera de nuestras sociedades, ocupadas demasiadas veces en la ilusión del presente, aunque éste ya sea historia cuando se empieza a ser consciente del paso del tiempo. Luis Martín, director artístico Baldo Martínez 14.11.2025 19.00 h  Las propuestas más renovadoras siguen contando con espacio propio en JAZZMADRID a través de varios conciertos. Uno de ellos, el de este cuarteto del contrabajista Baldo Martínez. En este espacio virtual que sirve a este festival para informarles acerca de los artistas que vienen a la programación, se ha dicho ya alguna vez de Baldo que es como un Dave Holland gallego que cada día se parece más a Barry Guy. Hoy hay que volver a repetirlo. En esta aventura con su Cuarteto Edición Especial, un proyecto que nació hace un par de años, convoca a tres torres de alta tensión del jazz contemporáneo. De un lado, sus admirados Román Filiú en saxos, y Chema Sáiz en guitarra; en el otro, el baterista y percusionista Pier Bruera. Los primeros siguen fieles a su filosofía rupturista, ecléctica, de esquiva clasificación, mantenido muy alto el pabellón de la creatividad y la competencia. El argentino Pier Bruera, por su parte, es otro de esos alumnos aventajados a los que ya nos tiene acostumbrados a ver el Centro Superior de Música Musikene. Su estilo se pasea por la música improvisada y el jazz y hace oportunas paradas en un territorio de influencias musicales muy amplias. Gente, en fin, que, cuando decide unir sus destinos, consigue pleno de diez aludiendo a esta Edición Especial en su nombre, porque lo suyo es un enérgico fogonazo de música libre, realmente diferente y, en efecto, muy especial. Jazz polícromo e impredecible, con un fluido diálogo a cuatro bandas alentado por el imparable motor de la improvisación. Un ejemplo soberbio de individualidad expresiva, solo replicada por la improvisación colectiva. Baldo sigue rebuscando raíces para su música en esas fuentes folclóricas que caracterizan su estilo desde la publicación de aquel disco en 1996, No país dos ananos. Edición Especial es la prolongación de ese universo sonoro, que, como ya sucedió hace algunos años con la convocatoria en JAZZMADRID del Cuarteto Europa, sigue replicando la hegemonía de la escena creativa escandinava. Música del mañana que, como todo lo que hace esta gente, individualmente y en conjunto, sigue disponiendo de una rabiosa contemporaneidad.