Prevención y control de mosquitos

Características de los mosquitos
  • Los mosquitos constituyen, probablemente, los artrópodos de mayor notoriedad en salud pública. Comprenden un muy amplio grupo de insectos capaces, en algunos casos, de transmitir importantes enfermedades de relevancia en salud pública (Malaria, Fiebre Amarilla; Dengue, Encefalitis diversas, etc…) Afortunadamente, España se encuentra en una situación geográfica que reduce significativamente estos riesgos. No obstante, un principio elemental de precaución y el carácter molesto de los mosquitos como insectos picadores conlleva la necesidad de prevenir y de controlar su presencia.
  • Los mosquitos tienen una distribución geográfica mundial, con una amplia variedad de familias y géneros. Cada una de las especies tiene características biológicas particulares, circunstancia que condiciona su status como animal plaga y determina lugares de vida y comportamientos diferentes. Este hecho resulta de capital importancia desde el punto de vista de su prevención, vigilancia y control y, por tanto, la identificación precisa del insecto resulta paso obligado y fundamental previo a cualquier otra consideración. Para mayor información, se remite a textos especializados (ver epígrafe de bibliografía).

ASPECTOS IMPORTANTES A RECORDAR CON RESPECTO A LOS MOSQUITOS:

Se trata de insectos de metamorfosis completa; ello implica la existencia de una fase larvaria (usualmente acuática) y de una fase adulta en la que el insecto es capaz de volar (fase de riesgo como animal plaga-vector de enfermedad).

  1. Los mosquitos de interés en salud pública requieren de la presencia de agua (usualmente estancada) para su reproducción. Por tanto, la adecuada gestión del agua resulta clave para la prevención de problemas.
  2. Los mosquitos hembras necesitan, en su fase adulta, ingerir sangre de un hospedador al que pican. El aporte proteico que le proporciona la sangre es necesario para su reproducción (puesta de huevos).
  3. Es en el proceso de picadura cuando se produce el riesgo de transmisión de enfermedad (virus, parásitos, bacterias). Al picar, el insecto inocula sustancias de acción anestésica y anticoagulante potencialmente contaminadas con esos agentes infecciosos procedentes de anteriores picaduras.
  4. El Phlebotomo, el insecto vector de la Leishmaniasis humana y canina, no es un mosquito, presentando características biológicas y mecanismos de prevención y control específicos.
  • Desde hace cierto número de años, los profesionales dedicados a la salud ambiental y a la prevención y al control de plagas vienen preconizando y aplicando importantes cambios en las estrategias de actuación. La mayor concienciación de los ciudadanos y de las administraciones en la protección del medio ambiente, la importancia creciente que está alcanzando  la salud ambiental, los avances técnicos y los nuevos descubrimientos científicos focalizan el control de plagas en:
  1. Prevención versus tratamientos químicos.
  2. Gestión del medio ambiente como medio de lograr compatibilidad entre poblaciones animales, hombre y salud pública
  • En el pasado y hasta fechas relativamente recientes se hacía excesivo énfasis en la aplicación de plaguicidas como método de  lucha antivectorial. Con posterioridad se ha comprobado que los plaguicidas (biocidas en su denominación actual) pueden producir efectos colaterales que repercuten en la salud pública y en el medio ambiente (efectos residuales) y que por tanto deben ser utilizados racionalmente. Resulta importante por tanto señalar que el presente y el futuro del control vectorial deben estar basados en la prevención de las causas que favorecen la aparición de plagas; Se trata de eliminar o -en su defecto- reducir a niveles aceptables todos aquellos factores que pudieran favorecen la proliferación de plagas, todo ello enfatizando y priorizando las medidas de tipo higiénico y estructural (mantenimiento preventivo) y considerando la aplicación de los productos biocidas como recurso complementario. En el caso que nos ocupa vamos a considerar cuales son los factores que favorecen la presencia y multiplicación de mosquitos..
  • Considere que los mosquitos son insectos estaciónales y que España se encuentra en una zona geográfica proclive. Evitar por tanto de manera absoluta la presencia de éstos insectos es imposible en la medida que el control absoluto de los focos de cría resulta imposible y que son insectos capaces de desplazamientos. Por ello podría recomendarse:
  1. Reduzca en la medida de los posible la presencia de esos focos de cría (galería fotográfica).
  2. En determinadas zonas rurales, proximidad a zonas ajardinadas, cauces de ríos, etc. resultaría conveniente la instalación de mallas mosquiteras en ventanas. Su uso juicioso y el cuidado en no atraer innecesariamente a estos insectos (luces nocturnas) puede ser una alternativa eficaz al empleo de insecticidas.
  3. Valore y, en su caso, use con extrema precaución los insecticidas en el hogar. Estas sustancias no están exentas de toxicidad para el hombre y para los animales. Especial precaución debe tomarse en el caso de bebés y niños pequeños.
  4. Precaución especial requiere asimismo el uso de repelentes químicos. Su uso está indicado en numerosas ocasiones (vgr. viajes a zonas comprometidas, etc.), pero su uso tampoco está exento de riesgos. En la medida de lo posible, sustituya su uso por el empleo racional de prendas de vestir (camisas y pantalanes largos, etc.) y otras medidas.
  5. En caso de viajes internacionales, resulta de extrema importancia informarse acerca de las enfermedades prevalentes en ese país y de los riesgos asociados a exposición a insectos y otros problemas de sanidad (consumo de agua y alimentos, etc.). Ciertos destinos requieren de vacunación y de quimioprofilaxis (consumo de medicamentos preventivos) previos y, no seguir esas reglas básicas, puede suponer contraer una grave enfermedad o incluso la muerte.
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